¿Qué aprendimos del 2020?

Más allá de la pandemia  

Este año, definitivamente, trajo situaciones para las que las personas no estábamos preparados. La pandemia mundial provocó la modificación en el estilo de vida de la mayoría de las personas. Emociones como el miedo, la tristeza, la incertidumbre, el enojo, pérdidas de empleo, pérdida de seres queridos, muertes y muchas cosas más se presentaron en el 2020.  

Desde nuestro ámbito deportivo, también sufrimos perdidas de: entrenamientos, competencias, oportunidades, nuestras metas y objetivos se vieron truncados, y ustedes podrían añadir desde su perspectiva personal ¿qué otros aspectos consideran que perdieron durante este tiempo?

Sin embargo, podemos analizar que no todo fue negativo, y que, este proceso nos dejó grandes enseñanzas a nivel deportivo. Los siguientes puntos son una recopilación de respuestas a entrenadores y deportistas:  

• Otorgar más valor a nuestro deporte: no importa cuál deporte se practique; aprendimos que nuestro deporte es tan valioso como los otros, nos dimos cuenta de lo afortunados que somos de practicarlo, de acuerdo con algunos deportistas: aprendieron a valorar los entrenamientos y esos momentos de camerino con sus compañeros, así también, a apreciar las oportunidades que les brinda cada deporte.

• Valorar a las personas: hemos aprendido en este tiempo a valorar más a las personas que tenemos a nuestro alrededor, y como tenemos que decirles a nuestros familiares, a nuestros amigos, a nuestras parejas, lo que los queremos y lo que los apreciamos cara a cara. Uno de los aprendizajes más valiosos es que las personas serán más conscientes de todo lo bueno que les rodea.

• Entrenamiento invisible: durante este tiempo de pandemia, con las limitaciones de entrenamientos deportivos reales, todo lo que llamamos entrenamiento invisible ha doblado su importancia. El descanso, la alimentación saludable, el entrenamiento mental, el ocio han sido fundamentales para mantener un rendimiento deportivo óptimo.  

• Empatía: ponernos en el lugar de otra persona, cuidar a nuestra familia y circulo social, colaborar con los que no tienen los mismos recursos que nosotros, reconocer la importancia de otros deportes, reconocer el valor del trabajo de los profesionales que trabajan en nuestra actividad; podrá mejorar nuestra relación con los demás.  

• Estar más presentes: cuando hablamos de estar más presentes, nos referimos a vivir, disfrutar y aprender de las diversas situaciones que suceden. En este tiempo, nuestra presencia involucró el uso de la tecnología y de las redes sociales; ya que fueron nuestro mecanismo para poder comunicarnos con nuestros familiares, amigos, compañeros de equipo, entrenadores, psicológicos, nutricionistas, profesores y demás.

• Disciplina, Compromiso y Perseverancia: se aumentaron los niveles de los tres valores mencionados, ya que, al no estar practicando nuestro deporte ni competencias, tenemos la responsabilidad de continuar desde casa con la mejora del rendimiento deportivo. Asimismo, este proceso nos ha enseñado a ser perseverantes con nuestros deseos y metas, tener la actitud de continuar trabajando, aun cuando nuestros días están rodeados de incertidumbre.  

• Innovación y creatividad: ¿cuánto aumentó nuestra creatividad? ¿qué ideas nuevas tuvimos para entrenar? ¿qué técnicas utilizamos para no cansarnos de las redes sociales, de las clases por zoom? ¿qué ideas aparecieron para hablar con nuestras familias o amigos? Pues, toda esta innovación y creatividad también la necesitamos dentro de la formación deportiva.  

«Un abrazo o un beso ahora valen más que el oro» Castillo (2020).

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