El fútbol posee un carácter evolutivo y en los últimos años, las tendencias de los equipos élite a nivel internacional ha sido priorizar la preparación física de sus jugadores desde las divisiones menores, sin dejar de lado la formación técnica de los mismos.
La introducción de los principios físicos en un jugador debe estar presente en los primeros años de formación del deportista debido a que cada vez más, jóvenes de 18 a 20 años tienen la oportunidad de realizar su debut en primera división y ya para ese momento, debe tener las condiciones físicas necesarias para competir a máxima exigencia.
Además, en la actualidad del fútbol, la mayoría de equipos deben disputar dos o más torneos en la misma temporada, lo que obliga al cuerpo técnico y a los propios jugadores a mantenerse en óptimas condiciones sin importar la cantidad de partidos y fechas de calendario. El jugador debe estar en la obligación física de recuperar sus condiciones en un lapso de dos a tres días antes de disputar el juego.
Son estas y otras razones, indicadores de alerta para las dirigencias juveniles de cualquier club y sobre todo, para los entrenadores y formadores de los futuros jugadores élite.
Condición física en el fútbol contemporáneo
Las estadísticas demuestran que el período definitivo para el entrenamiento de las cualidades técnico y técnico/tácticas se sitúa entre el primer y segundo pico de crecimiento (entre 9-10 años y 13-14 años). Debido a que es la época del final de fútbol de infancia y el comienzo de la formación preliminar a ser futbolista profesional.
Por lo que se recomienda que la introducción a los primeros fundamentos físicos sea a partir de la segunda fase de la pubertad (14-16 años). Particularmente en el sector de la velocidad, resistencia e incluso de la fuerza muscular.
No obstante, al ser una edad temprana aún para introducir un desarrollo físico temprano, los puntos anteriormente señalados se deben trabajar mediante un trabajo de fortificación y estabilización de tronco y velocidad reactiva. Y es a partir del final de la segunda fase de la pubertad (14-16 años) y hasta el final de la adolescencia (18-19 años) que inicia la verdadera preparación física para los jugadores.
Para ello, será fundamental no ubicar a todos los jugadores en el mismo nivel durante las sesiones de condición física, sino, por el contrario, se habrá de respetar el desarrollo personal de cada jugador. Tanto a nivel del aparato locomotor (huesos, cartílagos, tendones, ligamentos y músculos) como a nivel del metabolismo cardiovascular y respiratorio (las vías energéticas) y de la coordinación, así como del aspecto mental, se observarán frecuentemente grandes diferencias entre los jugadores de la misma edad.
Pero la verdadera importancia resulta en la relación y comunicación estable entre la preparación física y lo técnico/táctico. Es por esta razón que los métodos y formas de entrenamiento deben adaptarse a los niveles de aprendizaje pero aún más importante, adaptarse a las exigencias y necesidades del club.
Por esta razón, Si en la fase de la formación se ha de respetar para el entrenamiento físico un equilibrio entre las unidades de entrenamiento separado e integrado, en esa edad se podrá realizar también un adecuado trabajo mediante formas de juego combinadas y complejas en el sector técnico y táctico.
Las capacidades físicas a desarrollar en los jóvenes jugadores
- Coordinación: La coordinación es la base de todos los gestos técnicos, y se practica desde la edad más temprana y, de manera óptima, entre los 8 y 12 años. El entrenamiento de la coordinación se recomienda con la finalidad del equilibrio corporal en adolescentes de rápido crecimiento.
- Velocidad: El primer momento importante del entrenamiento de la velocidad será alrededor de los 7-9 años y, el segundo, a la edad de la formación preliminar, de 13 a 15-16 años entre los varones (nota: entre las jóvenes, la edad preferencial de un entrenamiento de la velocidad se sitúa entre los 13 y 14 años). Resulta importante hallar en cada entrenamiento de juveniles elementos de velocidad o de la fuerza de velocidad.
- Fuerza: La edad recomendable para una verdadera formación específica de la fuerza se sitúa alrededor de 12 a 20 meses luego de la cima del crecimiento (es decir, entre los 15-16 años para los varones y 13-14 años para las jóvenes, o sea, alrededor del inicio de la menstruación), pero con cargas livianas para comenzar. La fuerza de las piernas se ejercitará regularmente mediante carreras, arranques, saltos y remates durante los entrenamientos y los juegos.
- Resistencia: se recomienda iniciar con el desarrollo de la resistencia física (capacidad aeróbica) antes del segundo pico de crecimiento, es decir, a partir de los 11-12 años. La resistencia específica del fútbol (potencia aerobia) se ejercitará progresivamente alrededor de los 14-15 años. El período preferencial para un entrenamiento de la resistencia en los varones se sitúa entre los 14 y 22 años y en las mujeres entre los 12 y 17 años.